Navajún y la Mina "Ampliación a Victoria"
Aunque pequeña, la localidad de Navajún es internacionalmente conocida por su mina de pirita, un recurso mineral que ha dado fama mundial a esta tierra. La pirita de Navajún es única por su perfección cristalina, con cubos de una geometría tan perfecta que parecen esculpidos por la mano del hombre, pero que son producto de millones de años de procesos naturales.
Ampliación a Victoria
La mina, conocida como "Ampliación a Victoria", no solo es un símbolo del trabajo minero de la región, sino que también ha impulsado el nombre de Navajún en el ámbito de la mineralogía mundial. En la actualidad, sigue siendo un punto de interés tanto para coleccionistas como para investigadores y turistas que desean contemplar estos espectaculares cristales en su lugar de origen. Navajún es, en esencia, un lugar donde la historia, la geología y la cultura se entrelazan para ofrecer una experiencia única a quienes se aventuran hasta sus tierras. Un rincón remoto que guarda en su interior la belleza simple de lo antiguo y lo natural.
Historia
Las referencias sobre la pirita en la bibliografía antigua de La Rioja y Soria son numerosas (Calderón, 1910), aunque no existe mención específica a la localidad de Navajún. En cambio, enclaves como Valdeperillo, Ambasaguas, Valdenegrillo y otros muchos son citados como conocidos afloramientos de pirita, a menudo con características morfológicas distintivas. En 1965, Pedro Ansorena Garret solicitó un permiso de exploración, seguido posteriormente por la concesión de un permiso de investigación. Finalmente, el 2 de mayo de 1983, la Dirección General de Minas otorgó la Concesión de Explotación de recursos mineros de la Sección C, denominada "Ampliación a Victoria". Esta concesión abarca los términos municipales de Navajún y Valdemadera (La Rioja), así como San Pedro Manrique y Valdepedrados (Soria). Desde entonces, el yacimiento ha sido explotado de manera regular hasta la actualidad.
Más de medio siglo trabajando la Pirita
El 1 de octubre de 2020, Piritas de Navajún obtuvo el sello de la Reserva de la Biosfera, otorgado por el Gobierno regional, para su explotación minera "Ampliación a Victoria". Este reconocimiento certifica que su actividad está basada en valores sostenibles en los ámbitos social, económico y medioambiental, convirtiéndose en el primer operador del sector minero acreditado con la marca Reserva de la Biosfera. Este distintivo reconoce a Piritas de Navajún como operador de la marca "La Rioja, Reserva de la Biosfera. Valles del Leza, Jubera, Cidacos y Alhama", con el objetivo de visibilizar la minería como una actividad económica comprometida con el respeto y cuidado de los valores naturales, culturales y sociales que albergan los valles del Leza, Jubera, Cidacos y Alhama.
La Tierra
La región que rodea Navajún es un reflejo del inquebrantable esfuerzo humano a lo largo de los siglos. El paisaje está esculpido con miles de terrazas antiguas, testigos mudos de un tiempo en el que la agricultura era el pilar de la supervivencia. Estas terrazas, construidas piedra a piedra, se extienden colina tras colina, convirtiéndose en un elemento definitorio del territorio. Es difícil no admirar el interminable trabajo duro que se invirtió en modelar esta tierra tan austera como hermosa. Los campos y colinas se funden con una paleta de colores terrosos que cambian con las estaciones: tonos ocres en verano, verdes suaves en primavera y grises apagados en invierno. Estas tierras áridas y, en ocasiones, agrestes se extienden bajo el sol y los vientos implacables de la Sierra de Alcarama, una cadena montañosa que define el carácter de la región.
Un Viaje a Otra Época
Ubicada en una región fuera de los caminos trillados, Navajún es un destino que se alcanza tras recorrer kilómetros de carreteras serpenteantes que atraviesan un paisaje único. Las colinas, los valles profundos y los malpaíses volcánicos de la Sierra de Alcarama acompañan al viajero en su trayecto, ofreciendo vistas de una belleza tan sorprendente como agreste. Llegar a Navajún es, en cierto modo, viajar en el tiempo. La tranquilidad de sus calles, el silencio roto solo por el viento o los sonidos del campo, y la autenticidad de su entorno evocan un pasado donde la vida era más sencilla y profundamente conectada con la naturaleza. (foto: Miguel Perez)
